¡Qué alegría, qué alboroto, la Uve se ha roto!

Anochece… sabes que hoy es el día en que las sombras darán paso a los colores que mejor saben excitar tu loca imaginación perdida… trescientos sesenta y cuatro días no son suficientes para prepararte para ese momento que, cada año, llega implacable:

¡¡¡LAS FIESTAS DE TU PUEBLO!!!

¿Cómo es que año tras año regresas puntual a la cita concertada con los feriantes Eslavos, y no sólo eso, sino que, a pesar de su colilla mal encendida, su pelo largo y rubiograsiento, su curtido cuero cubierto de chanantes tatuajes tribales y su cara de Toxicómano-Apenas-Reinsertado-En-La-Sociedad, eres capaz de confiarle tu Vida durante un peliagudo minuto y medio (cronometrado) que dura la “atracción”, a una persona a la que en condiciones normales arrojarías unas monedas en la puerta de un VIP’S? Ese es el Misterio de la Feria.

Porque, aunque cerremos los ojos a esa Aterradora Verdad, realmente podemos Morir en medio de chirridos de metal recalentado y aceite lubricante. Prueba de ello que todos los años algún grupo de adolescentes pierde la Vida al soltarse un brazo del Pulpo o al salir disparados los vagones de la Uve contra un puesto de Tiro al Blanco, en el que (seguro) un joven enamorado está perdiendo todo su dinero en quedar como un inútil sin puntería en un infructuoso intento de conseguir una rana Gustavo gigante a su hastiada juani.

Así es. Tras esa mala pinta, los Feriantes poseen grandes conocimientos de Antropología. Hasta el más descamisado de ellos sabe que una oferta tan jugosa como la posibilidad de acceder al la compra de una fabulosa Minimoto o un Perrito Piloto, o incluso una maravillosa Batería de Cocina, es atractivo suficiente para que bandadas de Gente luchen por juntar las tres fresitas ganadoras. Y si la oferta no es bastante, un tío que se desgañita, pero misteriosamente no pierde la voz ni el ánimo, añade el elemento Espectáculo que tanto gusta a la Masa.

(continuará)

Un pollo, un árbol

Brasil está talando la selva del Amazonas. Pues vaya una noticia. Además eso está bien porque así queda mucho sitio libre para plantar otras cosas más rentables que los Inútiles Árboles Autóctonos. ¿Cómo cuáles?, te preguntarás. Pues el cultivo estrella que está sustituyendo la selva es la SOJA. No, esto no es un sermón ecologista, así que sigue leyendo:

El mayor consumidor de Soja del mundo no es José Coronado, sino tres Empresas norteamericanas (¿podía ser de otra manera?): Cargill, Bunge y ADM. Parece ser que entre las tres compran toda la “Soja Brasileña” y, sorprendentemente, se la venden a las Fábricas Europeas de… ¡piensos compuestos para el ganado!

¿Y a mí todo esto qué me importa? Pues te importa porque la mayor empresa de fabricación de piensos es catalana y vende casi toda su producción al grupo ganadero SADA, cuyo mayor cliente es Mc Donald’s España (¿podía ser de otra manera?) seguido de cerca por Mercadona.

De todo esto podemos sacar varias Conclusiones, la primera, la que se le ocurriría a Michael Moore: Cada vez que te comes un pollo talas un árbol de la selva amazónica. Es una obviedad decir que lo mismo pasa cuando tomas derivados de la soja. La mano de la Globalización es larga, nos tememos. Y ¿qué debemos hacer ahora? ¿Dejar de ir a Mc Donald’s? ¿Dejar de comer pollos y yogures? ¿Dejar de escuchar las quejas de los ecologistas?

Probemos a pensar un poco más que Michael Moore (que no está así de comer Soja, seguro): La apabullante cadena que da la vuelta al mundo desde Brasil al Super de tu barrio, ¿a cuánta gente alimenta? ¿Cuántos trabajadores tienen las plantaciones de Soja, las Gigantes Americanas, las Fábricas Europeas? ¿Cuántas Empresas más pequeñas de fabricación, distribución y venta están asociadas a la cadena? ¿Se puede justificar la tala de una selva a cambio de la producción masiva de carne para una población (mundial) que no para de crecer más y más? Y sobre todo, como diría Mr. Scrooge, ¡¿qué pasa con los millones de Activistas que viven de protestar contra la tala amazónica y que son los mayores consumidores de Soja junto con los pollos?! ¿no merece la pena que continúe la Tala?

Nuestra Opinión es que no.