Carme (n)

Gastón:"Si te casas conmigo, todos tus sueños se convertirán en realidad"
Bella:"¿Y qué sabes tú de mis sueños?"

Con la flamante Ministra de Defensa y su bombo pasando revista a las tropas, el Ministerio de la Propaganda recién creado (ah, no, el Ministerio de la Igualdad) parace tenerlo todo hecho. A nosotros nos da igual quién sea el Ministro de Defensa, lo que sí nos gustaría es que fuera un Militar; es lo lógico, como que el Ministro de Sanidad sea un Médico, cosa que a nadie extrañaría. Lo del bombo es una anécdota curiosa, ignoramos si el sueño de Carme (n) era entrar en el Gunness de los Records sin pasar por ¿Qué Apostamos?

El sueño de Bella no era casarse con Gastón, según él mismo tuvo oportunidad de comprobar. Hasta hace poco, el sueño de una mujer fuerte, independiente, joven, profesional y madre, era luchar por no adocenarse. Luchar por la abolición de ejércitos y guerras, no convertirse en Ministra de Defensa.

Al final, Bella se casó (vaya rebeldía) y no con Gastón, sino con un príncipe. Puestos a pasar por el Aro, mejor que el pariente tenga calidad, estatus, relumbre y dinero. Lo mismo que Chacón, que, en una cabriola que pocos hubieran esperado de una mujer ELLE (ya no VOGUE), se coloca de pacifista y reivindicativa ministra de defensa. Ella y su bombo serio hicieron Anécdota.

Como Miguel Ángel Mellado apuntaba hace poco en El Mundo, corren malos tiempos para la reivindicación: con Hillary a punto de ser vencida por un negro, la negra Conoleeza que no será vicepresidenta y el auge de la Mujer Florero encarnada en Carla Sarkozy, pasar por el aro de la forma más honrosa posible está de moda.
Y las modas siempre las empiezan los más ricos: