Se arrepintió de haber cortado su larguísima melena, que rozaba la cintura, hasta dejarla a medio camino entre las orejas y los hombros. “Ojalá”, se dijo, “me durmiera y, al despertar, volviera a tener el pelo largo”.
tan curioso que no podría serlo más
Se arrepintió de haber cortado su larguísima melena, que rozaba la cintura, hasta dejarla a medio camino entre las orejas y los hombros. “Ojalá”, se dijo, “me durmiera y, al despertar, volviera a tener el pelo largo”.
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