Bodheréjidos (lo sentimos, pero era difícil encontrar un título ingenioso)

Con esta palabra denominamos el carácter Altamente Sacrílego que tienen muchas bodas. No es culpa de los curas, ni de la Iglesia, ni siquiera de Dios, es culpa de la espectacularidad que tienen los Sacramentos Cristianos. Los novios en cuestión, que echan pestes de la Iglesia, que nunca van a misa (desconociendo completamente el rito) y que NI SIQUIERA CREEN EN DIOS, son lo bastante inteligentes como para considerar estúpido montar una Parafernalia en unos Juzgados, pero sus ansias de Boato les obligan a una espectacularidad que sólo se puede conseguir por medio de la Religión.

Así que obligan a toda su Turba a ir a la Iglesia. La Turba, que será como ellos, tampoco sabrá cuándo hay que levantarse, decir “amén”, dar la paz, etc.; el fotógrafo dirigirá la maniobra de poner los anillos, jodiendo el momento por la foto; los primos, que se aburren, se pondrán a reírse de los demás invitados; el cura se enfadará con razón y los novios, a la salida, criticarán al cura y no volverán a Misa a no ser que les inviten a otra boda. Como diría Mufasa, el Círculo se cierra.

Y así se crea un estado de Hipocresía repugnante, en el que se banalizan las creencias más profundas de la gente, y el Sentimiento Religioso se cambia por un Superficial Culto a la Imagen.

2 comentarios:

R. M. dijo...

Bueno, no os quito la razón, pero tampoco os la doy totalmente. No hay que olvidarse de que las bodas por la Iglesia, actualmente no dejan de ser una tradición, y como tal hay que respetarla. El simple hecho de la alegría del momento, unido a la emoción de la gente hacen de ese momento, uno de los mejores de toda tu vida. Los primos, aunque aburridos, no se reirían ni tocarian .... en fin ya sabeis, si tuvieran un poquito de educación (cosa que actualmente en pocas familias existe), el fotógrafo.... en fin, ahí os tengo que dar la razón, ya que no se puede hacer na, y al cura, bueno no deja de ser "un representante de Dios", y ante él hay que guardar las composturas. Por ello, aunque no te sepas los votos, aunque no sepas ni santiguarte, o aunque no sepas ni siquiera quien fue Jesús, solamente por la tradición, y como no por contemplar a la novia un rato mas (esque en el juzgado tienes poco tiempo para observarla ya que es firmar unos papeles y punto), bajo mi opinión, merece la pena ir a la boda. Ojo que el banquete que la sigue es aun mejor. Y si eres el novio, la noche de bodas ya ni te cuento :)

Anónimo dijo...

¿Si eres el novio?
¿Y por qué no si eres la novia, también? Ten cuidado con ese machismo, porque como te oiga Ceja Pe...
En fin, que en el Juzgado, en una boda, si quieres sólo firmas los papeles, pero si quieres, el Juez también echa su discursillo y se organiza una pequeña ceremnia con público, lecturas, intercambio de anillos... es decir, todo, pero sin ofender el mensaje del Redentor, vaya.
Gracias por el comment!!
Fdo: la tortuga artificial